Hierba perenne, robusta, que crece en el margen de arroyos y lagos. De tallos cuadrados y que puede alcanzar los 4 metros de altura. El nombre de escrofularia le viene por los usos medicinales que se le atribuyen pues se ha usado para tratar la escrófula, una infección de los ganglios linfáticos del cuello producida por la misma bacteria de la tuberculosis. En fitoterapia tiene propiedades antiinflamatorias, cicatrizantes y antimicrobianas potentes. Como esencia nos protege del exceso de permeabilidad a las emociones ajenas, y se trata de una esencia de limpieza para cuando tengamos infecciones microbianas o de protozoos.
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